Si pudiese caminar por el cielo como hacen las nubes.
Si pudiese recorrer las profundidades del océano ágilmente,
como el misterioso pez gota.
Si pudiese no ser, no existir
o existir en el cuerpo de otro.
Si pudiese fluir o evaporarme.
Si pudiese hacer un lazo en la línea del tiempo
y volver,
para sujetarte la mano,
para escuchar tu voz una vez más.
Si pudiese decirte en persona que no puedes irte,
porque te llevas la seguridad de mis ojos,
y no quiero arrastrarme ciega y desnuda
por este lago helado y quebradizo
que materializa mi vida en tu ausencia.
Si pudiese llorarte.