Tuesday, July 24, 2012

TOMA TU VISA, Y VETE DEPRISA.



Igual un día debiese probar a escribir con rima. Nunca me gustó demasiado, siquiera en poemas.
Me suena irreal y forzado, sobre todo viniendo de mí. Sin embargo....algún día (¿quizás hoy?) debiera probar, dejar de un lado los prejuicios.

Al estilo de Gloria Fuertes (el garabato del gato en su zapato) :
"Marisa, el tema de la visa es de risa". E imagino las caritas de mis dos soles turcos preocupadas,
hartas de tener que justificar una y otra vez sus visitas.
¿Por qué hay barreras que privan al hombre se la libertad de moverse? De decidir dónde crecerán las plantas de su huerta.

Por proteger su huerta, quedó tuerta.

¿Es temor a que se nos prive de aquello que ahora tenemos? ¿Cuándo se nos dio?
Porque el hombre no nació hombre y tierra. Nació hombre solo. De la tierra se fue adueñando
poco a poco.

Poco a poco, el hombre se volvió loco.

Igual es más el miedo a ser sometidos. A ser dominados.
A vernos obligados a ceder a una fuerza (tal vez tirano) exterior.
Es el miedo a lo desconocido y a lo que puede pasar si se abriesen las fronteras.
Entonces, ¿es o no es el hombre bueno por naturaleza?
Pero....¿quién puso las fronteras? ( y más aún...¿quién las quitará?).

Me llaman iluso por usar el huso cuando está en desuso.

El ser que quiere IRSE, está siendo restringido, privado, alineado y humillado.
¿Dónde la compasión, si uno quiere abandonar su país?

El problema de la visa no se limita al fastidio de pedir un papel que a veces es
denegado. Es un problema profundo y global, que nos atañe a todos, que
cuestiona la validez del sistema actual, quién decide sobre quién. El tema
de la visa es un ejemplo más de que algo no funciona. Es ridículo, inhumano
y, cuanto menos, denunciable.

Marta Terremoto. Estocolmo, 24 de Julio de 2012. En el autobús.

THE RED STRIPE BAND




Hoy quería hacer homenaje no a la paloma que picotea las pipas en la plazuela, sino al niño que apenas si se tiene en pie y corre a su encuentro. A espantarla, agitando sus manos para llamar la atención del animalillo, que asustado, levanta el vuelo.

En el fotograma también está la sombra de la madre. La madre que vigila. Que, aunque sentada en el banquito del parque, no duerme. La madre que no es una sino toda y cada una de las madres enhebradas como farolillos en los bancos del parque. De farolillos que se mueven (¿los moverá el viento?) y hacen señales a los chiquillos.

Yo imagino al artista como al niño, y Soho la maternal figura que lo arropa y lo acurruca, que le canta la nana de la cebolla. El artista que nunca despegó pero cuyo sueño es tan real que ahí sigue; corriendo, espantando palomas, manchándose las zapatillas de albero mojado.

Tampoco es la inocencia del pequeño lo que me recuerda a ti. Es más su incansable tenacidad. Su cabezonería. Le mueve la curiosidad. No puede echar a volar y seguir a la paloma en el aire, pero tampoco lo piensa. El chiquitín disfruta del momento, de lo mecánico de su acción-respuesta: si achucho a la paloma, corre. Si agito los brazos, vuela. Mecánico como la repetición de esa pegadiza melodía.¿Es el piano la fuente de las chispas?¿No bailan solos los zapatos de piel de cebra del artista?





Mientras Soho vigila escondida entre el público. Por una vez discreta: camisa roja satín y
pantalones de cuero rajados en los muslos.

Hoy los carteles anuncian noche de jazz. Se arma revuelo.
"Tienen garra y un golp de twist", escribe el reportero casual que anda entre las mesas. La
primera vez que viene y no se levanta a bailar por guardar las formas (¿En Soho? Sí, aún en
Soho quedan caballeros de la vieja guardia).

Lo que sí que no falla es su comentario de novato: "anda, como la cerveza".
Sí. Pues eso. Subidiza como la cerveza. Contagiosa como la risa de una noche de cañas

¿Y el pequeño? El pequeño se infla y ya no tiene dos sino cuarenta y nueve años.
Se sube a la banqueta, se desliza descamisado por el escenario y, ¡oh, sorpresa!, se
saca las plumas de paloma del gaznate.






Marta Terremoto. Estocolmo, 23 de Julio de 2012.


Saturday, June 9, 2012

BOYS DON'T CRY :


LA SENSIBILIDAD O EL DERECHO A EMOCIONARSE

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Aquel que percibe el mundo desde la sensibilidad no puede ser fustigado socialmente.  Suficiente vívida es ya la experiencia.

El ser sensible no abasalla: entra descalzo y despacito en el nido del jilguero.

Deja que los estímulos le mezan, le impregnen de una infinitud de fragancias localizadas (limitadas a un instante en el marco espacial y temporal).

El hombre sensible aprecia los pequeños detalles. Reflexiona más. Es capaz de desnudar la belleza para ver a su través, aunque también puede recrearse en lo aparente.

 (Cuando digo hombre, digo "hombre" y "mujer"; hablo del ser y no del género).

El ser sensible ama más intensamente, pero también sufre más, tal es la ligereza de su escudo.

Por eso la sociedad tiene que pensar en protegerle, no en presionarle para que se deshumanice. No se puede forzar a la idea del ser insensible como el prototipo "cool" al que idealizan los adolescentes. Ni se debe esteriotipar. Viene a mi mente aquella película tan buena que cuenta la historia de amor entre dos mujeres en un estado americano. Narra un amor prohibido, "incorrecto", al margen de la ley y de la sociedad. El título viene clavado a este articulo. "Los hombre no lloran".
¿Y por qué no?



Marta Terremoto. Estocolmo, 9 de junio de 2012.

Friday, June 8, 2012

Pedacito impersonal o "Mediterranean passion".

-Con teclado ingles. Por tanto ni una tilde, ni una enie de Espania. Disculpen la ortografia-.

Preferiria que me deseases muerta.
Melodrama!pasion!adrenalina y duelo. Dolor del que descompone los instantes.
Prefiero morir, renacer, vivir plenamente y pasar al otro mundo a navajazos a este monotono cantar de lluvia pasajero y seguro. "Que te vaya bien", "que seas feliz".
Ojala revienten las palabras-tirita, ojala explotaran al pronunciarlas y reinase un silencio eterno.
Ojala la indiferencia estuviese prohibida y cada instante de nuestra vida fuese vivido acaloradamente.

Si pudiese arrancar el mio corazon con una pala lo enterraria donde nadie nunca puediese encontrarlo.
Y asi, mujer sin corazon, no sufriria, no viviria apasionadamente ni seria enganiada, no tendria rencor, celos, odio o vanidad.

Si pudiera mirar atras y volverme de sal, tornaria la cabeza con los ojos bien abiertos
Si pudiera astillarme y encontrar el brillo interior de esta pirita oxidada, no te quepa duda que cogeria el cincel y convertiria en lascas cada uno de mis miembros.

Fig. "Lol's wife", de Lester Cadalso Gonzalez.

Ojala cuando cierre los ojos esta noche, el mundo se arregle mientras duermo.
Y por la maniana despierte acurrucada a tu lado.
Y tu no seas el tu de Ortega y Gasset con entorno y circunstancias,
sino el tu aislado, solo, como una nueva y fresca capa de atomos en contacto por primera vez con el mundo. Incontaminado. Puro. Y a mi ligado por naturaleza.

Marta Terremoto.  Estocolmo,  20 de mayo de 2012.

Entre espejos paralelos. Las infinitas reflexiones de un inmigrante.


Rinconcito de magia y proyectos con color

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A pesar de memorizar de antemano el mapa de Blackadder, me perdi igual en el campo de batalla. El rastro de una aurora boreal me llevo a uno de los bosques. Con un libro de adivinanzas bajo el brazo (lo de los chistes lo deje por imposible), y una sota de bastos en el bolso, decidi, esta vez seriamente, cambiar mi nombre por Alicia y probar a reinventarme, en la not wonder but “hippy land”.

Igual no es exilio pues no hay rechazo a la patria, huida, ni dolor. Es mas curiosidad, la curiosidad por lo desconocido y esa eterna inquietud de alcanzar aquello que apenas si se toca de puntillas.

Despues de todo este tiempo lejos hay cosas que uno aniora (suspiro) y forman una especie de congoja que raras veces (pero alguna) nubla la vista.


Yo creo que lo que mas echo de menos es el humor, el reirme a carcajadas, las bromas y los chistes. Uno fuera tiene que ser precavido, politicamente correcto, educado, entender que las bromas tienen un marco cultural y por tanto pueden no sentar bien o simplemente no entenderse en el contexto. Cada vez que veo frustrada mi intencion de expresar ese flash de hilariedad que se pinta unico y barbaro a mis ojos, me entra esa nostalgia, esa morrinia...(“adios rios, adios fuentes”, “adios Rosalia mia”).

Me imagino al loco que pintaba Mendoza en el sanatorio con aquella enfermera que trataba de acercarle una bebida mientras el deliraba obscenidades, o a Gurb, el extraterrestre que hacia sandwiches en el techo bocabajo, pues para el la no-gravedad era tan valida como el estar cabeza arriba. Me rio de pensar en el hombre que entro en aquel momento donde Gurb estaba y que, por despistado, borracho o vaya usted a saber que le picaria a aquel pobre insensato, ni cuenta se dio de que la situacion era propia de un dibujo de Escher.



A mi viene el recuerdo de mi tio y su amigo sordo y de las bromas que le gastaba en la universidad a la hora de coger apuntes. Mi tio miraba serio al catedratico. Escuchaba, y de repente, como si alguien hubiese soltado a la liebre, se lanzaba a tomar notas desenfrenadamente, a una velocidad de vertigo. El pobre Antonito, que era sordo de ambos oidos, copiaba y copiaba los apuntes de mi tio, hasta que el boligrafo se derretia por la friccion y la velocidad. Entonces era cuando mi tio concluia sus apuntes con una nota al pie, tal como “Antonio, espero que no hayas copiado esto pues me lo acabo de inventar”, y era cuando veias a Antonio saltando de rabia en su silla, sus manos listas para extrangular a mi tio, que reia y reia a carcajadas.

Al decir la palabra “destornillante”, recuerdo con gracia el ridiculo que pasamos un Halloween, cuando siendo adolescentes nos vestimos de “leche”, con cartelitos que anunciaban, “soy la leche”, y aquellas sabanas blancas cubriendo todo indicio de forma femenina.. La cara enharinada, cartones de COVAP y para ampliar el surrealismo pendientes de flamenca blancos, buscando la hilariedad en lo absurdo e incoherente. Recuerdo que fuimos a aquella fiesta donde los chicos vestian de chaqueta; las chicas con escotes hasta la cintura y que si hubiesen tenido un cartel colgando de su cuello como nosotras hubiese sido probablemente una etiqueta.

Pero, que puede hacer el inmigrante para disfrutar de la gracia del lenguaje cuando uno no domina la lengua donde habita, cuando la barrera cultural lapida la siquiera ilusion de los dobles sentidos, de la gracia innata de un acento surenio, de la picardia de un chiste.



Echo de menos a Zipi y a Zape, al gran Wyomi, al “si hay que ir se va...”. Extranio las noche de verano, tirados en la plaza, contando chistes hasta entrada la maniana, y la sensacion de que me falta el aire, que se me sale la mandibula, que me duele la barriga de tanto reir...


Es cierto que para de veras integrarse en este tu nuevo pais uno ha de interiorizar (al menos intentarlo) su cultura, que cosas son y cuales nunca seran consideradas “divertidas”. Cuando uno verdaderamente entiende estos detalles del lenguaje se podria decir que ha alcanzado el status de igual. Te hace pertenecer, te hace integrarte en tu nueva comunidad. Es el principio de un nuevo tu, es el primer paso de un irreversible joining in. Pero hasta entonces...hasta entonces viviremos un poco como al margen, usando la lengua para comunicarnos, con las palabras ligadas con silencios para reflexionar antes de decir. Permaneceremos un poco como ausentes, limitados a un humor visual o grafico. Seremos, pero seremos un yo incompleto y siempre de lado a una sociedad que solo nos pertenece a medias pues nos priva (quiza solo temporalmente) del derecho humano de reir a carcajadas.

Marta Terremoto. Estocolmo. 8 de junio de 2012.