Es final de Julio, y siento un calor pegagojo y axfisiante que me hace delirar.
Tengo la garganta inflamada por lo que no puedo siquiera soñar con encender el aire acondicionado, que de todas formas, sólo está instalado en una de las habitaciones de la casa, en la "greenhouse", que no es más que un salón con cristalera.
Me voy al dormitorio en el que las persianas bajadas sólo dejan entrar algo de luz. En mi delirio, veo a un señor de pelo cenizo y gafas clásicas sentado en mi cama. Me cuenta que es el fantasma de Krugman y que pasaba por allí.
Yo, honrada por su visita le traigo un vaso de agua fresquita y le pido que se quite los zapatos, que en época de coronavirus, ya se sabe.
Después, le digo si le apetece hablar, que el tema que se me viene a la cabeza es un poco pobre para su gran intelecto pero que es mejor que hablar del calor.
Krugman se encoje de hombros y yo le enseño una frase escrita en una hoja de papel.
- "La vida de uno la moldean las decisiones"- lee Krugman en voz alta.
Matizo:
-Yo, independientemente del mundo, con mi trabajo y la fortuna en mis decisiones llegaré a "triunfar": me darán una buena hipoteca para comprar un adosado con jardín y decidiré si ir de vacaciones a la playa o a la montaña, porque podré hacerlo.
Veo que Krugman saca una libreta y un bolígrafo de su chaqueta (con chaqueta en julio!).
-Me lo repites?
Hago tal y como me pide, pero Krugman me interrrumpe a la cuarta palabra.
-Independientemente del mundo? - dice.
Creo que mi cabeza va a estallar de dolor, por lo que yo también me siento en una esquina de la habitación.
-Cuánto afecta de dónde vengas y el poder adquisitivo de tu familia a tu "suerte"? -dice Paul.
-Había un artículo prometedor en EL PAÌS- respondo- Por desgracia, el conocido periódico ha pasado a cobrar por leer los artículos y yo, como muchos, no me he subscrito.
-Ya. Y tú qué crees?
-No lo sé. Imagino que tienes más acceso a la educación superior si naces en una buena familia.
-Y crees que por tener una buena educación vas a ganar más dinero?
-No. He leído su libro. Me quedó claro que son unos pocos los que ganan mucho dinero dentro de los más educados.
- Eso es: la oligarquía no es lo mismo que los graduados universitarios.
-Aún hay muchos mitos en la sociedad. Muchos fantasmas, perdone el término. Soy profesora, sabe? Y si preguntas a los padres todos quieren que sus hijos estudien en la universidad.
-Tú querrías que tus hijos estudiasen en la universidad?
- Igual sí, si les hace felices.
-A quién haría felices, a ellos o a ti?
La presión en la cabeza es demasiado fuerte. Maldito calor! Pierdo el conocimiento. Cuando lo recobro, Paul se ha marchado.
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